Pero entonces, ¿en qué se diferencian unos frontales de otros? Hay varias características principales que diferencian a unos de otros. La clave para encontrar el frontal perfecto es saber qué características son importantes para cada uno. Piensa en las actividades para las que planeas usar el frontal. ¿Uso en campings? ¿Rutas alpinas comenzando de noche? ¿Correr tras la puesta de sol?
Algunos de las características a considerar pueden ser:
- Luminosidad
- Alcance
- Autonomía y batería
- Peso
- Modo de iluminación
- Otras características
La norma ANSI/NEMA FL1 aprobada por el American National Standards Institute (ANSI - Instituto Nacional Americano de Estándares) regula las características y especificaciones de las linternas, entre ellas los frontales. Este estándar fue desarrollado por el Flashlight Standards Committee (FSC) que pertenece al National Electronic manufacturer Asociation (NEMA - Asociación Nacional de Fabricantes Electrónicos). De este comité formaban parte distintos representantes de fabricantes de frontales, como Black Diamond y Petzl. En esta norma será en la que nos basemos para definir muchas de las características. Posteriormente, los miembros fundadores del FSC, crearon la Portable Lights American Trade Organization (PLATO - Organización Americana de comercio de Luces portables), que ahora administra el estándar FL-1. Hoy en día dicha norma es conocida como ANSI/PLATO FL1.
Flujo luminoso / luminosidad
El flujo luminoso se mide en lumen. Un lumen según la RAE es la “Unidad de flujo luminoso del Sistema Internacional, que equivale al flujo luminoso emitido por una fuente puntual uniforme situada en el vértice de un ángulo sólido de un estereorradián y cuya intensidad es una candela”. Es una medida de la potencia luminosa, en este caso aplicada al LED de un frontal, mide la cantidad total de luz emitida en todas las direcciones por una fuente de luz.
Parece entonces que a más lúmenes, mas luz y más distancia de alcance. Esto no tiene que ser necesariamente así, los lúmenes miden la luz emitida en todas las direcciones, pero los fabricantes utilizan reflectores para dirigir la luz y enfocarla del modo deseado, por lo que a mismo numero de lúmenes un frontal puede alumbrar más que otro.
La mayoría de los fabricantes indican el numero del lúmenes en la caja del frontal y en su página web, pero no debemos asociar el número de lúmenes a si un frontal es mejor que otro.
Mayor cantidad de lúmenes no significa que sea mejor ni el adecuado para nosotros. Casi todos los frontales tienen varios modos, alto, medio y bajo, por lo que un frontal de alta luminosidad puede ofrecer opciones de baja luminosidad.
- Frontales con pocos lúmenes (por debajo de 200): Son ideales para el camping, un refugio, leer, cocinar, como luz de emergencia o para pasear.
- Frontales con muchos lúmenes (por encima de 200): Útiles para correr por la noche, alpinismo, etc.
Alcance
Con esta información los fabricantes nos indican el alcance. Pero, ¿en que punto dejan de considerar que un frontal no alumbra lo suficiente? Se considera, según la norma ANSI/PLATO FL1, que la luz que emite la luna llena una noche clara es la mínima para poder ver, este nivel de iluminación se corresponde con 0,25 lux.
Según la RAE, un lux es “Unidad de iluminancia del Sistema Internacional, que equivale a la iluminancia de una superficie que recibe un flujo luminoso de un lumen por metro cuadrado”. Es la cantidad de luz que llega a una superficie que está siendo iluminada.
La distancia en la que la intensidad de la luz proyectada por el frontal deje de ser de menos de 0,25 lux, es la distancia de alcance del frontal.
Los fabricantes suelen indicar el alcance en la caja o las instrucciones del frontal, algunos incluso indican el alcance de los distintos modos que tiene el frontal.
Autonomía y batería
De nuevo la norma ANSI/PLATO FL1, recoge que la autonomía es el periodo de tiempo continuo desde que se enciende el frontal con la pila nueva hasta el momento en que el frontal proporciona una iluminación inferior a 10% respecto a la inicial. Este periodo se mide 30 segundos después de encender el frontal.
Pero algunos fabricantes se separan de la norma para imponerse otros requisitos. Pongamos un ejemplo, un frontal de 200 lúmenes cuando la iluminación sea del 10% serán 20 lúmenes, con esta intensidad no podemos decir que ya no se vaya a ver, el flujo luminoso es menor, pero todavía podemos seguir utilizándolo. En los frontales de mucha potencia, no sería real el tiempo de uso de las mismas.
Algunos fabricantes hacen una asociación de autonomía con iluminación útil, es decir, el tiempo durante el cual el frontal emite una luz de, por lo menos, 0,25 lux a dos metros de distancia.
Algunos fabricantes indican la autonomía en función del modo de iluminación seleccionado.
El tipo de batería puede marcar una gran diferencia, para carreras nocturnas, actividades de fin de semana un frontal de batería recargable puede ser una buena opción. Sin embargo para un actividad de varios días, un trekking, poder cambiar pilas será la mejor opción
- Batería recargable: Es más ecológico al no desechar pilas. Además permite recargarlo de numerosas fuentes, enchufes, baterías externas, cargadores solares. Como punto a favor, nos permite tener siempre la batería completa, sin tener que intentar acabar las pilas.
- Pilas: Las pilas son posible comprarlas prácticamente en cualquier lugar del mundo y podemos llevar varias en la mochila. Por contra, salvo que pongamos pilas nuevas con cada actividad, no podremos tener siempre la máxima potencia.
- Mixtos: Algunos frontales utilizan baterías recargables pero a la vez también pueden ser usados con pilas.
Peso
El frontal es un objeto que vamos a transportar en la mochila pero también en la cabeza por lo que el peso es un aspecto fundamental. Hay gente que prefiere frontales que no llevan las pilas en la parte trasera porque suelen pesar más, pero también suelen tener más autonomía que los que llevan las pilas integradas en el propio frontal. Tenemos que sopesar que es lo que más nos interesa para decantarnos por uno u otro.
Existen frontales muy ligeros que alumbran tanto como otros más pesados.
Modos de iluminación
Muchos frontales nos ofrecen varios modos de iluminación, algunos tienen un regulador, otros un botón para cambiar entre modos predefinidos por el fabricante. Entre estos modos se encuentran el modo intermitente, diferentes intensidades de luz a seleccionar o en algunos modelos un modo Boost, que aumenta la potencia de forma puntual en caso de necesidad.
Estos modos suelen ser:
- Proximidad: Haz de luz amplio, para tareas cercanas. El alcance no suele ser excesivo.
- Focalizado: Es el que mejor permite la visión a larga distancia. En la mayoría de los casos la mejor opción para caminar por un sendero en la oscuridad.
- Mixto: Son frontales con ambos modos seleccionables. Son los más versátiles.
Otras características
Linternas frontales reguladas
En este tipo de frontales, la intensidad de la iluminación es constante durante un cierto período de tiempo gracias a un sistema electrónico. Cuando la carga de la batería es insuficiente el sistema electrónico deja de regular y pasa a alumbrar al mínimo para tener tiempo de cambiar las pilas. Mientras la batería restante sea suficiente el frontal alumbrará igual, tanto si lo acabamos de encender como si llevamos varias horas. Normalmente estos frontales suelen avisarnos con parpadeos que se está agotando la batería.
En los frontales más “tradicionales”, sin el sistema anterior, la intensidad de la luz y por tanto el alcance, va disminuyendo paulatinamente con el tiempo. Tendrá un mayor alcance y haz de luz tras encenderlo que a la hora.
Modo luz roja
Muchos frontales para alpinismo permiten iluminar con una luz roja, esta molesta menos por la noche al no hacer que las pupilas se contraigan tanto como con la luz blanca.
Bloqueo
Es imprescindible que los botones estén protegidos contra pulsaciones involuntarias o que cuenten con algún sistema de bloqueo para evitar que se encienda involuntariamente, de lo contrario nos encontraremos el frontal sin carga cuando lo necesitemos, porque se ha pasado todo el día encendido en la mochila.
Protección
Aquí se incluye tanto la protección contra líquidos, como la protección contra cuerpos sólidos. Se mide mediante el grado de protección IP que hace referencia al estándar IEC 60529 Degrees of Protection. Es un código alfanuérico IP** en el que las dos primeras cifras identifican el estándar, la tercera el nivel de protección contra objetos sólidos y la cuarta el nivel de protección contra líquidos.
